Entrevistas

Futbolcultura

jueves, 20 de marzo de 2014

Las locuras de Bielsa de Jon Rivas.

Con "Las locuras de Bielsa", Jon Rivas añade a sus vivencias una hoja más con la llegada de Bielsa a Bilbao con los pro y contras que el loco tiene;a toda velocidad quemando tiempos para dar felicidad sobre el verde.


-”Pequeña descripción del autor para ir abriendo boca”.
-”Supongo que te refieres a una descripción mía. Vale. Soy de Algorta, en Bizkaia, junto al mar. Eso influye mucho en la forma de ser, o eso creo. No sé por qué, quise ser periodista desde siempre. Tal vez porque cuando iba a casa de mi abuela paterna, veía a mi bisabuela vestida de luto riguroso, sentada siempre en la misma esquina de la cocina, con La Gaceta del Norte entre las manos. O por culpa de mi abuelo materno, que me contaba historias de Pichichi y mister Pentland, y me hacía bajar al portal a por el periódico a primera hora de la mañana, y yo lo leía empezando por la última página. Coleccionaba los posters de equipos de Primera, o del Mundial, o los equipos ciclistas que sacaba La Gaceta. Recuerdo una foto en la Hoja del Lunes de Bilbao. Una estirada de un portero, volando hacia el palo. Yo lo intenté imitar en el patio del colegio de las Monjas del Puerto. Después, tampoco sé por qué, me metí a estudiar Ingeniería, pero en la escuela de Ingenieros fundé una revista mensual, así que al año siguiente me pasé a periodismo. Me gustaban los deportes y el diseño, así que cuando saqué una matrícula de honor en la asignatura de diseño periodístico, me llamaron de La Gaceta del Norte, que reaparecía después de una año cerrada, para entrar en la sección de maquetación. Dejé de hacer crónicas de Tercera División para Deia y empecé a dibujar para La Gaceta, pero libraba los domingos y me ofrecí a hacer una página semanal de fútbol regional. Unos meses después, un amigo que se había ido a trabajar a Málaga, me ofreció una plaza de redactor en La Tribuna de Marbella. Llegué allí una tarde a las siete y estaba cerrado. La redacción estaba en un banquete. Cuando abrieron me enseñaron mi sitio. Un mes más tarde me nombraron responsable de la sección de deportes. Luego la mili, un año perdido. Cuando acabó, La Tribuna ya no existía. En una emisora de la Cadena Rato (ahora Onda Cero), inauguré mi currículum radiofónico retransmitiendo un Sestao-Real Madrid en el que Hugo Sánchez recibió un botellazo en la cabeza. Volví a Deia; luego a un periódico (Gaur Express), que duró seis meses, y otra vez a Málaga, en Diario 16. Seguí durante dos temporadas al equipo. Fue una buena época. Era joven, soltero y guapo –eso lo digo yo- y cada dos fines de semana viajaba por ahí. Luego volví a Bilbao; primero a Claro y luego, y son ya 22 años, a El Mundo. Por un pequeño malentendido (que en Madrid pensaban hace 20 años, cuando no había internet, que todos los periodistas vascos sabemos de ciclismo), me pusieron a hacer la Vuelta, El Giro y el Tour, y en la Grande Boucle sigo”.



-”¿Por qué el fútbol es cultura?”


-”Es cultura porque es un arte. ¿qué hay más bonito que un gol de chilena, o una jugada de tiralíneas?, ¿Se puede encontrar una escultura que emocione a la vez a 50.000 personas como un partido de fútbol?, ¿acaso una rueda de prensa de Marcelo Bielsa no es más didáctica que una conferencia sobre ética. “Conjunto de conocimientos que permiten a alguien cultivar su juicio crítico”. ¿Cuántos juicios críticos se han cultivado a lo largo de la historia del fútbol; ¿Cuántos debates se han suscitado por un fuera de juego o un penalti?, ¿Cuántas crónicas maravillosas se han escrito sobre un partido de fútbol? Por último, y siendo oficialista: está adscrito al Ministerio de Cultura”.



-”¿Por qué escribir de fútbol?”


-”En mi caso, escribir de fútbol es algo que me causa un enorme sufrimiento, Disfruto escribiendo de ciclismo, porque el ciclismo es un deporte hecho para escribir sobre él. Salvo con el desaparecido Euskaltel, que tenía su afición, no hay colores. Tenemos figuras, pero sufren tanto que tú disfrutas describiéndolo. En el fútbol, en cambio, hay tanta pasión que sufres porque eres de un equipo, en mi caso el Athletic, y lo tienes que disimular en la crónica. Una cosa es escribir con cierto punto de vista y otra hacerlo como un forofo. En mi caso, cuando escribo del Athletic para la edición del País Vasco, hago más hincapié en el equipo rojiblanco, pero eso no quiere decir que no procure ser imparcial. Recuerdo un caso: en La Rosaleda escribiendo de un Málaga-Athletic. Yo quería que ganara el Athletic, pero la crónica la tuve que escribir desde otra perspectiva. Eso sí, ganó el Athletic, pero no creo que nadie notara que yo era de Bilbao. Salvo por el nombre vasco de la firma. Además, escribir de fútbol me causa también sufrimiento porque debo fijarme en todos los detalles, en la forma de jugar, en los cambios; tratar de analizar lo que sucede con visión crítica, cuando lo que me gustaría a mí sería ver el partido desde mi localidad, con trazo grueso: quejarme del árbitro y de los rivales, aunque no tengan la culpa. En Old Trafford estuve en el palco de prensa en el inolvidable Manchester United-Athletic (2-3). Nos daban incluso de cenar, servidos por camareros de chaquetilla blanca, pero lo hubiera cambiado por estar con los 8.000 bilbaínos de la grada, llorando y riendo a partes iguales”.



-”Háblenos de  "Las locuras de Bielsa”


-“El libro es una crónica de un año inolvidable y frenético en el que un señor llegado de Argentina fue capaz de darle la vuelta al Athletic como un calcetín y hacer creer a sus jugadores de que eran capaces de todo. Pero Bielsa se marchó, entre otras cosas, porque en Bilbao chocó su hiperdesarrollado sentido de la ética. Nunca vi a una persona tan honrada y que se extrañara tanto de que los demás no fueran tan honrados como él, Creo que dejó un poso moral y futbolístico que sobre todo los más jóvenes, quienes nunca habían visto en el campo a un equipo tan orgulloso, se quedaron marcados por la experiencia. Modestamente, en el libro traté de reflejar ese primer año de Bielsa. Por cierto, el libro fue traducido al japonés y publicado allí. Tengo un par de ejemplares. No sé cómo en un país como Japón están interesados en la figura de Bielsa”.



-¿Cuál es su primer recuerdo futbolero?


-”Mi primer recuerdo es tan antiguo que no lo recuerdo. Me contaba mi padre que un día nos bajó a mi primo y a mí a ver en Fadura un partido del Getxo, el equipo de mi pueblo, del que soy socio desde el día que nací, y que tuvo que volver a casa  con cada uno de nosotros debajo de un brazo, porque nos habíamos hecho todo en los pañales. Me acuerdo del Getxo, su goleador Antón Camiruaga, de una final de Copa Vasca contra el Arenas, nuestro eterno rival, al que ganamos 3-2. No cabía un alfiler en Fadura; me acuerdo de un Getxo 4 Barreda de Cantabria 2, justo el día antes de que me operaran de amígdalas con cinco años; y de la primera vez en San Mamés. Aunque Fadura era –y es- un campo de hierba, me impresionó el color verde vivísimo del césped de La Catedral. Tenía siete años. El Athletic le ganó 3-1 al Condal de Barcelona, en una eliminatoria de Copa. También me acuerdo de haber estado en San Mamés en el último partido de España en Bilbao, contra Turquía, y de los goles de Gento y Grosso. Sé que era en mayo porque mi padre me sacó de una celebración con flores a María en el colegio”.



-Recomiende un libro de  fútbol.


-”Primero, el más antiguo, que es uno de mis libros de cabecera: “A mí el pelotón”, que se ha reeditado hace poco. Yo tengo la edición antigua. Está escrito por el periodista Patxo Unzueta. Es magnífico. Otro más antiguo aún que no puedo recomendar, porque yo tengo uno de los pocos ejemplares que quedan, es “Athletic Club de Bilbao 1989-1922”, de José María Mateos. A mi abuelo le costó tres pesetas y cuando murió me lo quedé yo. 
Me gusta muchísimo “El fútbol a Sol y a Sombra” de Eduardo Galeano; y “Fútbol” de Osvaldo Soriano. Haciendo un poco de publicidad, creo que será muy bueno “El prisionero de Ruhleben, una aproximación a la vida de Fred Pentland”, que acabé de escribir hace unos meses sobre la vida de quien fuera entrenador del Racing, Athletic, Athletic de Madrid, Oviedo y Arenas, y que ganó cinco Copas y dos Ligas con el Athletic. Todavía no me lo han publicado”.

-”Gracias por estas letras”.
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