Con “Mi abuela y diez más”,Ánder Izagirre nos salpica con pequeñas experiencias o vivencias personales en un escenario balompédico histórico donde la familia y unos colores se convierten en tu seña de identidad.
-”Ander Izagirre (San Sebastián, 1976) no quería escribir este libro. Como ciclista frustrado y como heredero moral de monsieur Comet –cuyo velódromo derribaron en 1913 para construir el estadio de Atocha–, Izagirre considera que debemos odiar el fútbol, incluida la Real Sociedad. Sin embargo, acude a Anoeta cada quince días y allí sufre y se alegra con una intensidad que le avergüenza un poco. Así que decidió escribirlo para intentar explicarse a partir del primer recuerdo de su vida (una explosión de gritos, saltos y abrazos en casa de sus abuelos: el gol de Zamora), para recoger las historias asombrosas de su familia que una noche de insomnio emergieron de Atocha –ese cementerio indio txuri urdin, a cuatrocientos metros de su casa– y para fingirse triste y guapo como Schutz en la derrota”.
-”Por qué el fútbol es cultura”.
-”No sé si el fútbol es cultura. Lo que me interesa es que el fútbol es una fuente de historias, en mi caso la Real Sociedad es una fuente de historias que no son solo deportivas, sino que hablan de mi familia, de mi ciudad, de mi entorno, que hablan de pequeñas historias de mi vida. El fútbol da historias que no interesan solo al periodismo deportivo. Es buena materia prima para el periodismo y la literatura, esa es la parte que me interesa”.
-”Por qué escribir de fútbol”.
-”Porque es un tema muy presente. El peso que tiene hoy el fútbol te parecerá maravilloso o insoportable, pero es un tema. A mí me interesa porque el fútbol es el hilo de algunas historias que compartimos en mi casa y en mi ciudad, un extraño fenómeno que es capaz de sintonizar el estado de ánimo de miles de personas a la vez, de alegrarnos o enfadarnos a miles de personas completamente distintas, y además por una cuestión que no afecta a nada importante en nuestra vida”.
-”Háblenos de Mi abuela y diez más”.
-”Es una historia de la Real Sociedad, pero de una Real Sociedad con una alineación un poco distinta: en el once titular del libro están mis abuelas, estoy yo mismo con seis años, saltando al campo de Atocha con un trapo de cocina blanco y azul, está mi tío abuelo que lanzaba cohetes desde el estadio para anunciar los goles a los pescadores que trabajaban en la mar, está mi padre interrumpiendo a Valdano y Míchel, está ‘Bixio’ Górriz pegando el peor tiro de su vida pero el mejor pase de la historia, con el que ganamos la primera Liga…”
Fotografía extraída de as.com |
-”Tu primer recuerdo futbolero”.
-”El primer recuerdo de mi vida es en el salón de casa de mis abuelos. Yo tenía cinco años. Mis abuelos, mis padres y mis tíos empezaron a chillar, a saltar, a llorar, a abrazarse, alguien me levantó en brazos por los aires. Era el 26 de abril de 1981, Górriz le había pegado fatal al balón, lo había recogido Zamora y había chutado a las redes. Era el último minuto del último partido de la Liga de 1981, la Real ganó su primera Liga y aquella locura de mi familia fue el primer recuerdo sólido que se grabó en mi vida”.
-”Recomiende un libro de fútbol”.
‘Una cuestión de fe’, de Enric González, sobre el Espanyol. Y una curiosidad: “Fútbol y cine”. Su autor es Carlos Marañón, hijo del “odiado Marañón”, el delantero precisamente del Espanyol que marcó el 0-1 en la penúltima jornada de aquella Liga de 1981 y casi nos deja sin título.
-”Saludos.
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